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10 razones de por qué los nuevos capítulos de Los Simpson apestan
A
todo el mundo le gustan Los Simpsons y han marcado a generaciones.
Repetimos sus capítulos en nuestras cabezas casi tantas veces como los
repiten en la tele, pero desde hace varias temporadas están tan malos
que son insufribles. ¿A quién culpar? ¿Qué hacer? En un estudio de los
laboratorios de Brontobeats, hemos preparado un exhaustivo análisis de
por qué los nuevos capítulos de Los Simpson apestan.
1.- Las voces son una basura
Las voces de las nuevas temporadas parecen hechas por imitadores de
kermesse. Y la verdad no está tan lejos. En el año 2005, se despidió a
la Asociación Nacional de Actores que estaba a cargo de la traducción de
Los Simpson, por el hecho de exigir una mayor paga y exclusividad por
el doblaje. Mientras las voces originales recibían millones, actores
como Humberto Vélez, que interpreta la voz de Homero en español, apenas
recibían 60 dólares por capítulo, lo que es una mugre considerando que
éste doblaje se transmitía a todo Latinoamérica.
El
primer casting que se realizó para iniciar el doblaje de Los Simpson en
Hispanoamérica fue autorizado el mismo Matt Groening, mientras que el
que conocemos hoy en día fue producto de una salida de apuros según
explica el mismo maestro Humberto Vélez.
¿Qué tenemos como resultado?
Un Homero con voz de retardado mental, Marge con un tono de voz más
quejon y a Lisa más chillona. Por otro lado, un buen doblaje no sólo
consiste en que la voz se parezca a la del personaje, sino de saber
adaptar los chistes, que incluso en la versión latinoamericana eran
mejores que la versión original.
2.- Guiones hechos por monos mal amaestrados
El
secreto del éxito de Los Simpsons son sus guiones que conjugan chistes
inmejorables con complejos personajes. Hay capítulos enteros que
despojados de sus chistes, son dramas más o menos pesados, como la
tentación de Homero con la cantante country Lurleen Lumpkin (se llegan a
besar un rato hasta que Homero despabila) o cuando el señor Burns en
una movida seguramente envidiada por muchos empresarios, tapa el sol.
Sus mejores capítulos son espejos en los que nunca queremos vernos
reflejados. ¿Acaso no es triste que muchas veces la vida imite a Los
Simpsons, como con la publicidad en la educación?
Pero los guiones de ahora son cualquier cosa. Un vehículo para tirar
tallas fomes. ¿Homero se vuelve cantante de ópera? ¿Bob Patiño tiene
una familia? Porfavor, eso es no entender de qué se tratan Los Simpsons.
Es no tener ideas buenas y tirar la primera que se te ocurrió.
3.- Ya no son una familia ni tienen sentimientos
Si
bien las primeras temporadas de Los Simpson quizás son demasiado
familiares y lentas para el gusto de algunos, con el tiempo la serie
logró un equilibrio perfecto y siempre mantuvo vivo el concepto de
familia, dándote muchas veces moralejas, más aún si eres un niño que
creciste con Los Simpson. No es que nos hayamos puesto moralistas, pero
las historias eran mejores cuando se notaba que los personajes se
querían. Tenían un nexo después de todo. Cuando Lisa compra el alma de
Bart, muestran una complicidad que hace una buena historia y hasta
enternece. Snif.
¿Qué
pasa ahora? Homero no es el mismo esposo amoroso de siempre. Antes, a
pesar de ser flojo y un poco tonto se esforzaba por cambiar y ser bueno.
Intentaba ser buen padre, siempre de una manera torpe, mientras que
ahora ahorca a Bart sin razón. Si antes eran situaciones límite, ahora
se golpean a lo Jackass. Y para ver golpes sin sentido, mejor ver
Jackass.
4.- Family Guy v/s Los Simpson ¿Quién copia a quien?
Padre
de Familia comenzó siendo una copia de Los Simpson y para diferenciarse
optaron por ese humor "ácido” que lo caracteriza del chiste rápido, la
talla grosera, sangre y explosiones a pito de nada. Está muy bien, pero
es un tipo de humor distinto.
Es por esto que pareciera que el área de marketing de Los Simpson se
metió mucho con los guiones y no contentos con el gran éxito mundial de
la serie pensaron en hacer un giro a algo más vendedor. ¿Qué mejor que
copiarle a Family Guy, que en el año 2005 era la sensación? Al final
resultó un monstruo horrible que Matt Groening debería sentirse
avergonzado de haber creado. Ahora el maestro copiaba al discípulo. Una
copia de la copia de sí mismo.
5.- Personajes mutantes
Con
los años, casi todo Springfield llegó a aparecer en la serie. Así
surgieron personajes memorables, como Juan Topo o el inmejorable Lionel
Hutz. La gracia de esos personajes es que se podían usar para apoyar las
historias. Ahora todo da lo mismo y si Homero necesita un abogado, lo
va a hacer él mismo. O puede que lo haga Lenny, hasta el señor Burns.
Los personajes ya no tienen barreras y pareciera que todo gira en torno a
la familia Simpson, sin razón alguna.
Otra cosa es el poco respeto que tienen por los personajes que ya
están bien delimitados. El mejor peor ejemplo es el capítulo de la 19ª
temporada, en la que Lisa baila ballet (cuando ya intentó bailar tap en
temporadas pasadas) y comienza a fumar (algo que Lisa la vegetariana y
moralista nunca haría).
6.- La animación parece flash de internet
Antes, como la mayoría de las series animadas, Los Simpsons ocupaban
las antiguas técnicas de animación, que permitían ver movimientos más
rápidos y se notaba la mano de los diferentes dibujantes, sobre todo en
capítulos como los de la Casita del Terror, en donde los personajes se
volvían más histriónicos y divertidos.
A partir de la decimocuarta temporada, empezó el uso de la técnica
digital ink and paint en donde los personajes empezaron a perder
movilidad y al ojo de los detallistas, se pueden ver terribles errores
de planos incluso en la película.
7.- Estrellas invitadas clase c y al granel
Parece
que la consigna entre los famosos estadounidenses, es que si no sales
en Los Simpsons no eres nadie. Desde la 16ª temporada, prácticamente
cada capítulo incluye un famoso. Claro que la calidad de éstos varía
desde Katy Perry hasta Werner Herzog. Claro que la familia amarilla ha
invitado estrellas desde sus primeras temporadas, pero pocas veces
actuando como ellos mismos. Y si así era, era en pos de una historia, no
con el afán de mostrar famosos porque sí.
Hasta el vampiro gay de Crepúsculo aparece, con la voz del mago gay de Harry Potter. Ya no hay derecho…
8.- Cambiando la historia
Marge
y Homero se conocieron en la secundaria, en medio de pantalones
campana, música disco y quema de sostenes. Así lo mostraron varios
capítulos. Una historia atemporal, única, congelada en una época que
sólo podría ser "el pasado”. Pero a medida que los nuevos escritores se
quedaron sin ideas, hicieron que Marge fuera a la universidad en los
noventa y que Homero tuviera una banda estilo Nirvana.
Una banda. Otra aparte de Los Borbotones. Y Marge y Homero en los
noventa. Es como si se hubieran tomado la idea de hacer refritos muy en
serio. Pero con resultados nada divertidos.
9.- Parodias a absolutamente todo
Pareciera
que cada serie de televisión o película paga por que Los Simpsons le
hagan alguna mención, porque las parodias ya son parte de la trama de la
serie.
Antes cuando se parodiaba algo, era para reírse o derechamente burlarse, ahora pareciera que es un homenaje constante.
Siempre parece forzado, o como un "Incluyamos algo que identifique
la televisión de hoy en día para que se ría la señora en la casa” y es
ahí donde los productores hacen que la serie sea un espécimen que
probablemente sólo haga reír a los gringos.
10.- Homero ya no es tonto, sino que un retardado
Como ya mencionamos, Homero partió siendo un padre de familia, un
poco torpe, pero siempre teniendo la buena intención de criar y
entregarle lo mejor a sus hijos. Ahora, pareciera que el crayón pasoó de
largo y han transformado a ese Homero que todos queríamos en un payaso,
que carece de ingenuidad y está todo el rato intentando dejar hacer
algo malo, hacer explotar cosas para provocarnos risa. Homero nunca fue
tonto con mala intención, sino que era bruto y por eso se daban esas
situaciones que tanto nos hacían reír. Ahora parece el personaje de
cualquier reality desesperado por captar nuestra atención.